Somos dos mujeres nacidas en otro paisaje. Venidas de otro sur con la inquietud exacta de quienes buscan afanosamente la forma de su ilusión. Nos ha juntado la ambición frenética de saber desde adentro lo que late en el corazón del flamenco en estas tierras. Y hace años andamos el mundo, como el agua del río que vio nacer la milonga, de ida y de vuelta, llevando flamenco de sur a sur. 

La Milonga es el resultado de una búsqueda y otra potencia más de lo que enseñando y bailando hemos aprendido en estas tierras. Es un sueño y como los sueños, es también la certeza de un camino que nos invita a seguir andando. 

La Milonga, nos desafía a ser las anfitrionas de quienes cada noche habitan sus espacios, pero también nos invita a continuar la tarea de hacer de ese flamenco que vinimos a buscar, una posta que de mano en mano va recorriendo y expandiéndose.